Tras presentarse en la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner, la expresidenta repasó sus principales dichos en X.
Luego de queCristina Kirchner expusiera en la inauguración del microestadio Presidente Néstor Kirchner, Javier Milei salió a su cruce, furioso por los dichos de la expresidenta. Sin embargo, la referente del kirchnerismo eligió no contestar los agravios del actual mandatario y realizó una sentida publicación en la red social X: «Nadie está desconociendo la legitimidad de origen del presidente, si hay algo que siempre he reconocido es la contundencia y lo inapelable que es el voto popular. Pero la legitimidad de origen necesita legitimarse también en la gestión y en los resultados de la gestión», repitió por escrito tal como había pronunciado ante miles de personas.
«Te puede haber votado el 60% de los argentinos, pero si cuando sos gobierno la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, no puede llegar a fin de mes, ¿de qué sirve? Nosotros sabíamos que no íbamos a tener legitimidad de origen porque teníamos el 22% de los votos, pero íbamos a construir legitimidad en la gestión defendiendo los intereses de la sociedad y haciéndonos cargo de lo que había que hacer», volvió a destacar. En este sentido, recordó que «Néstor se fue con 70% de imagen positiva cuando finalizó la primera presidencia».
Seguidamente, arremetió contra Milei, con los mismos fundamentos que expresó en el acto: «Cuando escuché congratularse sobre el superávit público del primer trimestre y resulta que no pagaste Cammesa, la energía, las obras públicas, lo que le debés a las provincias y las universidades… Es como ustedes en su casa después de no haber pagado la luz, el gas, el alquiler y las expensas digan ‘tengo superávit’. No hermano. Mirá todo lo que debés. No tenés superávit».
Finalmente, apuntó a la militancia peronista: «Yo sé que a la militancia le gusta la heroicidad, pero no: somos hombres y mujeres de carne y hueso con responsabilidades especiales que se hacen cargo de la historia y le hacen frente con coraje. Y fundamentalmente, con ideas claras».
«Tenemos que reclamarle a nuestros dirigentes, a nuestros representantes: organización, presencia, ideas, convicción y coraje. Porque las cosas sin coraje no se pueden hacer. Hay que tener mucho coraje en esta Argentina para cambiar las cosas», concluyó.