El próximo viernes 2 de agosto a horas 21:00 en Casa de la Cultura de Orán, la escritora Silvina Rufino presentará su nueva obra titulada “Siempre anochece”, editada por la prestigiosa editorial Vinciguerra.
La presentación se dará en el marco de un Encuentro Literario y Musical que contará con la presencia de músicos locales como Luis Ángel Arévalos.
Según explica la misma autora, el libro “está compuesto por cuentos y microrelatos cuyo hilo conductor es la vejez, en este caso, abordada desde diferentes ángulos. Problemas como la demencia, Alzheimer, situaciones de soledad, postergación y aislamiento, pero también el arte como medio de salvación, el buen humor como actitud saludable y muchas otras situaciones que atraviesan la vida de los ancianos”.
La obra cuenta con prólogo escrito por Patricia Nasello; palabras de contratapa a cargo de Paula Wincler e ilustraciones internas por Ivana Arbol.
Palabras de contratapa:
“En estos relatos sobre la vejez, desde su título metafórico “Siempre anochece”, el abordaje mismo enfrenta al gerenciamiento global que evita, por razones de inconveniencia, pérdidas y duelos, enfermedad y demencias, cuya consecuencia es la tristeza o la melancolía (si lo triste se prolonga). El lector encontrará personajes que padecen de una ancianidad pasiva y dependiente, excepto la pícara existencia de Greta y sus perfumes en “Nunca es tarde si la dicha es buena” o la prejuiciosa irracionalidad de Pepa en “Inseguridad”, que la confunde. Rufino, mediante historias bien seleccionadas, vincula objetos con personajes en trazos impresionistas que echan una mirada compasiva (no banal ni distante) a esta etapa que a todos nos “azulará la tarde de frío”… Hay también un gato, Beppo…, una pulsera de fideos para la nieta; el reloj de bolsillo con leontina de Gervasio Paz Ibáñez en “Vacío” y una taza de mazamorra que alivia el tiempo, hecho de esa voz interna monocorde de algunos ancianos. Y hay unos trozos de papaya que remiten al amor solidario y fragancias entre personajes que asumen los nombres de pila literarios de Cortázar y de Castillo. Como queriendo atrapar la literatura de otros y figurarse personajes más o menos abismados, citando incluso “la invención de la soledad” de Paul Auster, Rufino, en “El container”, habla de la vejez, un estadio inevitable. Sin embargo, nos invita a continuar, aun perdido el joven deseo”.
Consta de 64 páginas.